El Mercado Central de Valencia es uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad. De hecho, se encuentra en pleno centro histórico y es considerado como una de las obras maestras del estilo arquitectónico denominado como modernismo valenciano. Por ello, si vas a visitar la capital del Turia, debe ser una parada obligatoria en tu itinerario. Aquí queremos contarte todo lo que debes saber sobre él.
Antecedentes del Mercado Central de Valencia
Hasta 1910, el lugar en el que hoy se encuentra el Mercado Central era la sede de diversos mercados ambulantes que recorrían la ciudad. Sin embargo, debido a sus constantes expansiones y al incremento de su población, las autoridades decidieron, en 1839, crear un emplazamiento de comercio descubierto que recibió el nombre de Mercado Nuevo. Ese sería el verdadero germen del Mercado Central que conocemos hoy en día.
La construcción del Mercado Central
El Ayuntamiento de Valencia sacó a concurso, en 1910, la construcción del Mercado Central. A él se presentan 6 proyectos diferentes. El ganador es el diseñado por Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial. En su currículum estaba haber colaborado con Luis Doménech Montaner, uno de los autores más importantes del modernismo catalán, y haber estudiado en la Escuela de Arquitectura de Barcelona, en la cual nació el movimiento.
Tras varios cambios en el proyecto inicial, la obra dio comienzo en el año 1914. Sin embargo, el Mercado Central de Valencia no estuvo acabado hasta 1928. De hecho, ni siquiera los dos arquitectos originales pudieron finalizarlo. Fueron Enrique Viedma y Ángel Romaní los responsables de dirigir las obras hasta su conclusión.
La estética del Mercado
El Mercado Central se encuentra en la plaza Ciudad de Brujas y justo al lado de la Lonja de la Seda y de la Iglesia de los Santos Juanes, otros de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. Sinceramente, su fachada se integra a la perfección en este lugar
Además, el Mercado Central cumple a la perfección con el objetivo marcado por sus diseñadores. Y es que pretendían representar con su construcción el progreso mercantil y tecnológico que estaba experimentando la capital del Turia con el orgullo que sus habitantes sentían por su actividad agrícola. Esto queda patente también en la ornamentación utilizada para adornar el interior.
En total, el Mercado Central de Valencia tiene una altura de 30 metros en su punto más elevado y destaca por la espectacularidad de sus cúpulas de hierro, cerámica y cristal. Además, están coronadas por veletas y desde ellas es posible contemplar unas vistas apasionantes de los torreones y campanarios del centro histórico de Valencia.
La importancia comercial y turística del Mercado Central
Hoy en día, el Mercado Central es uno de los edificios más visitados de Valencia por parte de los turistas nacionales y extranjeros. Sin embargo, sigue teniendo la finalidad con la que se construyó, es decir, abastecer de productos frescos a los habitantes de la ciudad.
En concreto, posee una distribución interior de tipo racionalista en la que predominan las calles rectas atravesadas por dos vías. En total, cuenta con 959 puestos en los que es posible comprar productos de la huerta valenciana, carnes, pescados y otros muchos alimentos frescos.
En definitiva, el Mercado Central de Valencia sigue siendo el lugar predilecto que tienen los habitantes de la ciudad a la hora de adquirir productos frescos con los que llenar su cesta de la compra. Pero, a la vez, se ha convertido en un lugar imprescindible para las legiones de turistas que cada año se acercan a conocer la capital del Turia.