El Parque Natural de la Albufera de Valencia, también conocido simplemente como La Albufera valenciana, es uno de los rincones paisajísticos más bellos de la región. Se ubica a solo 10 kilómetros de distancia en dirección sur de su centro histórico y se compone por un humedal y un cordón litoral adyacente. Hoy en día, se trata de un lugar protegido a nivel nacional debido a la riqueza de su flora y de su fauna.
Un poco de historia sobre La Albufera de Valencia
Los orígenes del lago que ha dado lugar al paraje natural de La Albufera de Valencia se remontan al Pleistoceno. Es decir, puede contar con unos dos millones de años. Se formó debido al hundimiento de la llanura valenciana, que provocó el cierre de la antigua bahía durante la época de ocupación del Imperio Romano. Se ubica entre los ríos Turia y Júcar y entre los municipios de Valencia y Cullera. En total, tuvo en su momento de máximo esplendor 30 000 hectáreas de extensión, aunque actualmente solo quedan 2800 hectáreas.
Los romanos llamaron a La Albufera como ‘Nacarum Stagnum’. Fue representada también en poemas árabes tan importantes como ‘Espejo del Sol’. Además, en 1902, Vicente Blasco Ibáñez ambientó su obra ‘Cañas y barro’ en este paraje. En julio de 1986 obtuvo la consideración de Parque Natural, lo que le brindó un extra de protección y evitó que siguiese siendo devorado por la construcción urbanística. Esto quedó refrendado en 1990.
Características de La Albufera
La Albufera es una laguna costera somera. Su principal peculiaridad es que apenas alcanza un metro de profundidad en sus aguas. Además, en sus puntos más elevados, llega a los 1000 metros sobre el nivel del mar. En cualquier caso, es un enclave ideal para dar paseos en barca que permitan conocer de primera mano tanto sus dunas de arena como los profundos bosques de pinos de la Dehesa del Saler.
Pero no solo eso. La Albufera es el lugar de paso de multitud de especies de aves migratorias. De hecho, aquí es posible avistar colonias de 10 000 ejemplares de patos colorados y de 20 000 de ánade azulón o de cuchara común. Sin embargo, las auténticas estrellas son las de garzas, entre las cuales es posible encontrar multitud de tipos. Lo mismo sucede con las cigüeñas y con los charranes.
También es posible encontrar especies de gran valor bajo el agua cuando se dan paseos en barca en La Albufera. Este es el caso, por ejemplo, del samarugo o ‘samaruc’. Se trata de un pez autóctono del lugar que se encuentra en grave peligro de extinción. Lo mismo sucede con el fartet. Hoy en día, existen multitud de iniciativas para preservarlos junto al nenúfar blanco y otras muchas especies propias de este paraje natural único.
La Albufera de Valencia, un sitio imprescindible
Actualmente, el Parque Natural de La Albufera se encuentra en grave peligro ya que, al igual que la mayoría de humedales próximos a grandes ciudades, sufre el grave problema que supone la contaminación de las aguas y el desarrollo urbanístico. Tampoco se debe olvidar la presión que ejerce sobre él el sistema industrial asentado en Huerta Sur y la actividad del propio puerto de Valencia.
Por todo ello, La Albufera merece una protección oficial. A través de visitas realizadas de forma responsable y sostenible es posible dar valor a este bello rincón del Levante peninsular para así conseguir su preservación y, con ella, la de todas las especies de peces y aves migratorias que pasan por él. Así, los paseos en barca por las poco profundas aguas del paraje seguirán mereciendo la pena.